La diferencia entre un jefe y un líder: Un jefe y un líder pueden parecer sinónimos, pero existen muchas diferencias sutiles y, a veces, no tan sutiles entre ambos. Las diferencias son evidentes en la forma en que se comportan y tratan a las personas que trabajan para ellos. Estos enfoques se pueden adoptar por separado para lograr diferentes resultados. Veremos qué distingue a un líder de un jefe.
La diferencia entre un jefe y un líder
Comunicación
La comunicación es perjudicial para el funcionamiento de una buena relación profesional. La forma en que una persona con autoridad se comunica con sus subordinados establece el tono de la relación.
Un líder está más abierto a la comunicación. Tienden a tratar a sus subordinados casi como a sus iguales y son muy respetuosos con sus opiniones y aportes. En lugar de adoptar un enfoque autoritario, adoptan un enfoque más libre y abierto. A cualquiera le resultaría fácil acercarse a sus líderes con cualquier idea o duda que puedan albergar. Este enfoque crea un entorno muy propicio para que las personas crezcan y les ayuda a lograr mejores resultados.
Un jefe, por otro lado, tiene un estilo de comunicación más rígido. Tienden a mantener sus interacciones con sus subordinados breves y directas. A menudo dictan la forma en que se debe hacer un trabajo y esperan que sus subordinados sigan estas órdenes. Rara vez hay, si acaso, una conversación bidireccional. Por lo tanto, no hay mucha posibilidad de cultivar la creatividad de sus subordinados.
Inspiración
La inspiración es un aspecto importante del desarrollo de la personalidad de una persona. Estar inspirado por alguien les permite a las personas tener un marco de quién les gustaría ser en el futuro.
Un líder aspira a ser una inspiración para sus seguidores. Su ética de trabajo, ideologías y comportamiento hacia las personas es tan increíble que las personas se sienten inspiradas por ellos en cada paso del camino. Un líder proporciona a las personas las habilidades necesarias para prosperar en su campo específico. Las personas generalmente tienden a gravitar hacia los líderes y sus fuertes personalidades, a quienes se inspiran para emular para tener éxito.
Considerando que, un jefe dicta cómo debe ser el comportamiento y el trabajo de sus subordinados. En lugar de darles las herramientas necesarias para tener éxito con una tarea específica y permitirles encontrar su propio camino, un jefe establece instrucciones específicas que deben llevarse a cabo tal como son. Definitivamente es más desafiante aprender con un jefe que con un líder.
crítico
La crítica es una herramienta crucial para que una persona crezca y mejore su trabajo. Sin la crítica, sería imposible encontrar formas de hacer que tu trabajo sea aún más refinado. Sin embargo, la forma en que se entrega una crítica también es un gran determinante de los efectos que podría tener en el trabajo.
Un líder siempre se asegura de proporcionar a sus subordinados una crítica constructiva. Su objetivo no es desanimar a sus subordinados, sino inspirarlos a esforzarse más y corregir sus errores para lograr mejores resultados. Esta actitud de apoyo hace que sea más fácil rectificar cualquier error que se haya cometido con facilidad.
Un jefe no sería tan amable al criticar como un líder. Para un líder, tanto la mejora del trabajo, como la de sus subordinados, es la meta. Sin embargo, un jefe solo se preocupa por el producto terminado que se entregará frente a ellos. Crea un entorno sofocante y a las personas les resulta difícil crecer en él.
Responsabilidad
La responsabilidad es una virtud importante a poseer. Cometer errores es parte de la experiencia humana, lo importante es admitirlo y encontrar la manera de corregir esos errores.
Un líder se esfuerza por dar un buen ejemplo a sus subordinados. Es por eso que un líder siempre admite rápidamente la responsabilidad cada vez que comete un error. Es una señal de un buen líder no culpar a otros por sus propios errores y encontrar una solución para ellos. Esto ayuda a sus subordinados a darse cuenta de que cometer errores es parte del proceso de aprendizaje y no tiene por qué sentirse como el fin del mundo.
Un jefe rara vez admite sus propias faltas. La mayoría de las veces tienden a culpar a otras personas por sus errores. Así como no asumen la responsabilidad, tampoco ofrecen perdón a sus subordinados. Esto crea un ambiente hostil y es difícil crecer en él.
Trabajo en equipo.
El trabajo en equipo es el ingrediente más importante en la receta del éxito. Si no hay un trabajo en equipo cohesionado, es difícil, o incluso imposible, lograr los objetivos deseados.
Un líder siempre trabaja como parte del equipo. Si el equipo es una máquina bien engrasada, el líder es un engranaje más dentro de él, junto con sus subordinados. Todas las piezas son igual de importantes para garantizar un correcto funcionamiento. La coordinación entre el líder y sus seguidores es lo que ayuda a lograr resultados inimaginables. Un líder actúa como el pegamento y es consciente y consciente de su responsabilidad de mantener unido al equipo.
Un jefe a menudo se ve apartado del equipo. Si volvemos a comparar el equipo con una máquina bien engrasada, el jefe es un operador más que un engranaje. No trabajan con sus subordinados sino que delegan el trabajo y vigilan el funcionamiento. Según un jefe, la cohesión entre los miembros del equipo no tiene mucha prioridad. Sobre todo, un jefe se preocupa más por hacer la tarea y no está particularmente preocupado por el proceso detrás de ella.
Evidentemente, si bien se puede pensar que ser jefe o líder es lo mismo, existen muchas diferencias que los diferencian entre sí. Desde el enfoque adoptado con los subordinados a la ética del trabajo, existen diferencias entre un jefe y un líder en todos los caminos imaginables. Para algunos, el enfoque de jefe puede funcionar mejor, mientras que otros pueden preferir el enfoque de líder. Es necesario comprender lo que implican ambos antes de comprometerse con cualquiera.
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